sanjosemaría
Obras escritas
de
San Josemaría ha dejado tras de sí una amplia producción literaria ("Escrivá escribe", comentó alguna vez haciendo un juego de palabras con su apellido), que testimonia no sólo la fuerza espiritual y su agudeza expresiva, sino también su dominio de la lengua y su gusto por el estilo.
No escribe para escribir o dar vida a una obra de creación literaria, sino en servicio de lo que constituyó el sustrato y la meta de toda su vida: su condición sacerdotal y el cumplimiento de la misión recibida el 2 de octubre de 1928, es decir, la promoción de una vida cristiana efectiva en medio del mundo por parte de mujeres y hombres de las más variadas condiciones y culturas.
Sus escritos surgen, por eso, no sólo en conexión con el desarrollo de su vida y su misión, sino en estricta relación con lo que esa vida y esa misión iban reclamando.
En este multimedia presentamos en una línea temporal sus obras publicadas, donde pueden distinguirse dos periodos de producción literaria especialmente intensa: desde los inicios del Opus Dei a 1946 y, segundo periodo, desde fines de la década de 1950 hasta su fallecimiento.
1928
Fundación del Opus Dei
San Josemaría iba redactando consideraciones espirituales, no sólo con vistas a su oración personal, sino también a la formación de quienes se acercaban a su apostolado. Pronto advirtió que ese modo de proceder implicaba dar a conocer realidades que pertenecían a la intimidad de su alma.
La redacción de Camino tuvo lugar en dos fases. La primera se sitúa en el periodo de refugio durante 1937 en la Legación de Honduras en Madrid. El segundo, en Burgos, en 1938–1939.
El 29 de septiembre de 1939 vio finalmente la luz la edición príncipe de Camino, impresa por Gráficas Turia (Valencia) y con una tirada de 2.500 ejemplares. A esta edición corresponden, salvo pequeñas modificaciones, todas las posteriores.
“A Jesús siempre se va y se ‘vuelve’ por María”. Estas palabras del número 495 de Camino expresan una convicción que estuvo presente en todo momento de la vida de san Josemaría. No es por eso extraño que uno de sus primeros libros –incluso el primero, pues en algunos aspectos antecede a Consideraciones espirituales– sea una obra de tema mariano: Santo Rosario.
En el archivo de la Prelatura se conserva un texto manuscrito de esa obra fechado en diciembre de 1931. Por otras fuentes se sabe que redactó esos comentarios durante la novena de la Inmaculada en la iglesia de Santa Isabel, en Madrid; concretamente, junto al presbiterio y después de haber celebrado la Misa.
La edición de Santo Rosario realizada en 1945, que puede ser considerada la edición príncipe, fue publicada por la Editorial Minerva, en Madrid.
San Josemaría realizó una investigación y estudio de la peculiar jurisdicción de que gozó, durante varios siglos, la abadesa del monasterio cisterciense de Las Huelgas, situado en las afueras de Burgos. Se trata de una memoria breve, que fue defendida y aprobada el 18 de diciembre de 1939, aunque el autor continuó la investigación hasta llegar a una amplia monografía –más de cuatrocientas páginas–, que publicó en 1944, obteniendo muy buena acogida en los medios científicos.
1946
San Josemaría en Roma
San Josemaría se sirvió de la predicación oral y de los escritos para transmitir a los miembros del Opus Dei el mensaje de santidad en la vida ordinaria. Entre esos escritos destacan las Instrucciones y las Cartas, en las que explica la naturaleza y los apostolados del Opus Dei.
El libro recoge siete entrevistas que concedió san Josemaría, entre 1966 y 1968, a Le Figaro, The New York Times, Time, L'Osservatore della Domenica y a varias revistas españolas (Telva, Gaceta Universitaria y Palabra). El fundador del Opus Dei responde, a menudo extensamente, a las preguntas que le hacen sobre la Iglesia y el Concilio -que acababa de concluir-, los derechos y libertades individuales, la vida universitaria, la mujer y la sociedad, el Opus Dei, etc. El libro concluye con la homilía "Amar al mundo apasionadamente", pronunciada en el campus de la Universidad de Navarra el 8 de octubre de1967. Esta homilía expresa de manera clara, condensada y directa, el espíritu en que se inspiran las respuestas dadas por el fundador del Opus Dei a los diferentes entrevistadores. Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer fue publicado por primera vez en el último trimestre de 1968.
San Josemaría descubrió una posibilidad de contacto con los medios de comunicación social diversa y especialmente acorde con su condición sacerdotal: la publicación de escritos espirituales (meditaciones u homilías), preparados a partir de textos de su predicación oral.
San Josemaría piensa en un libro de homilías que abarque la totalidad del año litúrgico, desde Adviento hasta Cristo Rey, incluyendo además algunas fiestas del santoral especialmente significativas. Se llegó así al total del dieciocho homilías que componen "Es Cristo que pasa", cuya primera edición, realizada en Madrid por Ediciones Rialp, se terminó de imprimir el 19 de marzo de 1973.
1975
Fallece san Josemaría (obras póstumas)
Existe otro libro de homilías de tema atropológico-espiritual, básico para el desarrollo humano y cristiano, a través de las virtudes.
En el momento del fallecimiento de san Josemaría, el 26 de junio de 1975, se contaba con ocho homilías publicadas en vida y otras diez en elevado grado de revisión y elaboración.
Fue su primer sucesor, el beato Álvaro del Portillo, quien tomó la decisión de imprimir, el 30 de diciembre de 1977, un segundo volumen con otras dieciocho homilías.
Este libro consta de breves comentarios a las catorce estaciones del Via Crucis, nacidos de la oración personal de san Josemaría y pensados para ayudar a hacer oración, crecer en dolor de amor y agradecimiento al Señor que nos ha rescatado con el precio de su Sangre.
El beato Álvaro del Portillo decidió incorporar, después del comentario a cada estación, cinco "puntos de meditación", tomados de la predicación oral y de las conversaciones del fundador del Opus Dei. La primera edición de Via Crucis apareció en 1981.
Al igual que Camino, Surco es fruto de la oración personal y de la experiencia pastoral de san Josemaría. Compuesto también por puntos de meditación, presenta una atractiva visión de las virtudes humanas. San Josemaría había dejado preparado el libro para su publicación a falta sólo de la revisión final, que no tuvo tiempo de hacer. La primera edición apareció, póstuma, en 1986.
Estructurada de la misma forma que Camino y Surco, es la última obra publicada de san Josemaría. La primera edición es de 1987. Muchas de esas consideraciones, que el fundador del Opus Dei escribió en su mayor parte por los años treinta, tienen carácter autobiográfico, aunque suelen aparecer narradas en tercera persona. La trama del libro sigue el itinerario interior de un cristiano que anhela la progresiva identificación con Cristo.
A lo largo de los años setenta san Josemaría revisó algunas de las meditaciones recién predicadas, y otras de años anteriores, de forma que pudieran ser utilizadas en la formación de fieles del Opus Dei. Después de su fallecimiento, esas meditaciones –veintitrés en total– fueron recogidas en este libro.